Es posible que dentro de dos años un 90% de las empresas hayan subido información a la nube. Es así de simple. Lo que no es tan simple es asegurar la protección de los datos propios y de terceros que se suben a un ámbito ajeno y dificil de definir o comprender sin apelar a la imaginación. Y la imaginación no es una defensa oponible a los terceros cuando sus datos son hackeados. La Afip, Tesla, Apple Traget, Amazon, Sony y no sigo para no alterar el ambiente, son ejemplo de víctimas. Las más numerosas, sin embargo son anónimas. Qué hacer'? Bueno, se me ocurre que revisar los contratos de provisión se servcios en la nube, acordando un nivel e control y de accesibilidad, conociendo a fondo las practicad del proveedor y de sus contratista, analizando su historial de incidentes. Ocupándonos, en definitiva.