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Su Señoría y Cia. al teclado...

25/10/2017 03:19 PM Comentario(s) Por Foresenics

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Una cadena de emails que encadena. Cartas que no son de amor.

Nadie es cuidadoso  con los emails. Quiere la prueba? El diario argentino La Nacion publicó  que  aparecieron correos electrónicos que vinculan a Eduardo Freiler y al hermano del juez Ariel Lijo con la explotación de balnearios en Necochea desde la temporada 2012, según se desprende de los mails a los que accedió el periódico. "Eduardo/Fredy", se lee en el encabezado de un correo enviado el 23 de marzo de 2012 a las 9.06 por Carlos Díaz, el contador. Eduardo es Freiler. "Fredy" es Alfredo Lijo. Cerraba la temporada de verano y había que resolver cuestiones impositivas del balneario Palmeras del Este. El contador, entonces, les preguntaba, entre otras cosas, cuánto pagar por los impuestos adeudados a la Agencia de Recaudación de la provincia de Buenos Aires (ARBA) (Conozca más).

Aumento de sueldos para los empleados, contratación de salvavidas, reformas edilicias, problemas con los impuestos, compra de reposeras, un informe con los precios de la competencia y hasta la recaudación del quiosco del balneario. Toda esa información llegaba por correo electrónico a manos de Freiler y Lijo en distintos documentos adjuntos (Excel y Word) que enviaban empleados del balneario. El camarista y el operador judicial tenían la última palabra, según se desprende de los documentos, que ya están en poder del Consejo de la Magistratura. Cuatro días antes de ese  mail, Silvia Inés Freiler, la hermana del juez, había ingresado formalmente como secretaria de Palmeras del Este SA. Su socio en esa operación era Federico Senzacqua, mano derecha de Freiler y Lijo en sus negocios en Necochea. "Hola Eduardo, acá te mandamos un listado de ingresos, gastos y sueldos. Estoy a la espera de los números de Carlos , así cerramos la temporada", escribió Senzacqua el 5 de mayo de 2012 a las 16.40. El asunto del correo era "nuestros números". Y continuó: "Preguntas: tenemos que hablar del sueldo de Andrés. El dinero no me alcanzó para todo". El correo, como muchos otros a los que accedió  LA NACION, fue enviado directamente a dos casillas personales de Freiler. El camarista reenviaba ése y otra decena de correos casi inmediatamente a la cuenta de María Carla Lago, la entonces mujer de Alfredo Lijo, que no tenía  mail y utilizaba la casilla de su esposa" Quizás hubiera sido  mejor hablarlo por teléfono....
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