
En un principio el juez Sergio Moro, responsable de la investigación,
bloqueó 2,1 millones de reales (787.000 dólares) de Google Brasil, porque la empresa no cedió a sus peticiones de información, pero el gigante norteamericano alegó que sólo puede cooperar en el caso de una
alianza entre la justicia brasileña y la de Estados Unidos, donde se encuentra su sede. Finalmente ambas partes han llegado a un acuerdo y entregará 500.000 reales -el resto será devuelto a la empresa-. Además,
Google se ha comprometido a revisar su política respecto a las
órdenes judiciales en territorio brasileño, según informa la prensa local. Uno de los motivos que llevaron a Google a ceder a las presiones del juez es el
Marco Civil de Internet, la ley que regula el uso de la red en Brasil, y que entró en vigor el pasado mes de junio. La norma determina que cualquier empresa que actúe en el país
tiene que someterse a la legislación brasileña, aunque su sede fiscal y los datos de los usuarios estén en el extranjero.