
Reportaje a Martín Francisco Elizalde, de Foresenics, en la Revista Lexlatin. Lea más.
La novela de Facebook y Cambridge Analytica El escándalo se hizo público el pasado marzo, cuando The New York Times y la prensa británica reportaron que la consultora Cambridge Analytica intentó influir en los votantes estadounidenses, usando información recopilada de 50 millones de usuarios de Facebook. La red social explicó que los datos fueron recogidos hace años por el profesor de psicología Aleksandr Kogan. La compañía de Zuckerberg se justificaba diciendo que permitió a Kogan recolectar la información de los usuarios que descargaban su aplicación. Dichos usuarios daban así permiso a Kogan para acceder a los datos de sus amigos. Días después de conocerse esta filtración masiva, Mark Zuckerberg acudía en una jornada de dos días a la Cámara de Representantes del Congreso y al Senado de EE.UU. Una vez allí, tuvo que responder a preguntas sobre numerosos asuntos que, a juzgar por sus muecas, distaban de hacerle sentir cómodo: la influencia extranjera en las elecciones; la capacidad de las autoridades para acceder a la información; la complejidad del lenguaje utilizado en las condiciones de servicio de Facebook; la adicción a las redes sociales; el discurso del odio; el monopolio y la competencia; la existente sospecha entre algunos usuarios de que Facebook les escucha.
Los “miedos” de Zuckerberg ante la tendencia regulatoria
Mark Zuckerberg dijo el 11 de abril en la Cámara de Representantes que “es inevitable que haya cierta necesidad de regulación en Internet”, pero “debemos ser cuidadosos y no dictar leyes que pueden ser fáciles de cumplir por una empresa grande como Facebook, pero no para una compañía que empieza”. El estadounidense asumía así la necesidad de una nueva regulación, pero se mostraba – de manera implícita – contrario a medidas como la que acaba de impulsar la UE. Según
Martín Elizalde, socio fundador de Foresenics “Facebook tiene mucho por lo que preocuparse en cuanto a su propio manejo de información en Internet, como para tener que desviar su atención al bienestar de los nuevos emprendimientos. El comentario no suena muy sincero, ni se ciñe a la pregunta de la Cámara”.

Zuckerberg añadía que “todo el mundo posee” su información en la red social, comentario que resulta algo espinoso teniendo en cuenta su empeño en retratar la normativa europea como algo excesivo.
¿Cómo evolucionará todo este caso desde la perspectiva legal? ¿Tienen los usuarios de Facebook absoluto control de la información que comparten? Elizalde cree que “desde el punto de vista legal la regulación sobre el cuidado de la privacidad de los usuarios será más restrictiva que la actual. Me baso en el caso de la UE. La respuesta de Zuckerberg no me parece veraz, y respecto al absoluto control de la información que – según él – todos poseemos, yo no siento que pueda ejercerlo como usuario. Los términos del acuerdo de Facebook son complejos, oscuros y parecen que hayan sido redactados por un legislador bizantino en un mal día.” Teniendo en cuenta las preguntas que se hicieron durante la audiencia y campañas en redes como la de #DeleleFacebook, el escepticismo de los internautas parece generalizado. Cuesta dar la razón a Zuckerberg cuando nos cuenta que quienes usamos Facebook tenemos un control absoluto de nuestros datos. “Cuando uno se registra en Facebook, comprende que no tiene ningún derecho en lo que respecta a sus datos, a su información, lo que publica y a cómo se recopila todo eso” explica Evgeny Chereshnev, que siente además cierta satisfacción por la revelación de las últimas filtraciones. Cree que gracias a lo ocurrido,
somos más conscientes de la gravedad y significancia del asunto. Las preguntas de los senadores fueron muy incisivas y críticas, en una clara intención de evidenciar la irresponsabilidad que Facebook ha demostrado en el manejo de datos. Martín Elizalde cree que para blindar la protección de los derechos de los usuarios, un punto de partida sería la obligación de requerir su consentimiento expreso para el uso de sus datos, formulado en términos claros, y excluyendo así su utilización comercial encubierta:
Un régimen simple y accesible para ir a la Corte, ya sea personalmente o en grupo, para hacer valer esos derechos si fueren violados. En los casos de incumplimiento, la imposición de multas severas ayudaría a que la gente sea proclive a actuar dentro de la ley. Creo que el Reglamento General de Protección de Datos de la Unión Europea marca una tendencia. No en vano, Zuckerberg alejó preventivamente a gran parte de su compañía de este marco, que es más severo que el estadounidense.”” La responsabilidad de los usuarios
¿Están las autoridades esquivando responsabilidades al dejar que el foco caiga sobre Facebook como empresa? Martín Elizalde es tajante: “Absolutamente. Europa tiene una visión que abarca más y es más responsable. Claro que, eso no le quita parte de culpa a Facebook.” Mark Zuckerberg no considera que su empresa se haya convertido en un monopolio, pero sí reconoció que tiene mayor responsabilidad sobre el manejo de datos que el propio gobierno federal de los EE.UU. “La calificación de monopolio debería, en tal caso, ser resultado de una investigación federal. Adjudicarla ya mismo sería contribuir a la divulgación de noticias falsas. Respecto al marco regulatorio conveniente, insisto en que el RGPD europeo que se hace efectivo el 25 de mayo, es el camino más protector para los usuarios. Claro que 1.500 millones de usuarios de Facebook no estarán bajo su paraguas, gracias a la decisión en ese sentido de la empresa.” Como apunta Martín Elizalde, la empresa decidió muy recientemente llevarse la sede internacional de Dublín a EE.UU. para librarse de tener que operar bajo la nueva normativa europea. En cualquier caso, parece un poco pronto o ingenuo pensar que a golpe de ley todo vaya a mejorar.
¿Qué ha cambiado finalmente en nuestra percepción como usuarios de la gran red social y desde la perspectiva legal?; ¿qué tendría que suceder para que las autoridades protejan nuestros datos mejor y para que los usuarios nos responsabilicemos más del consumo que hacemos en internet? Martín Elizalde responde: “No creo que produzca un cataclismo. A los pocos días de hacerse pública la noticia de la filtración, Facebook lanzaba un sitio de citas. Pero indudablemente crean conciencia y ponen luz en la existencia de un problema. Quizás el primer paso para resolverlo sea esa conciencia. Sin embargo, no es una cuestión de Estado solamente. Es una cuestión social, comunitaria, que indicará cómo funciona el equilibro en la fórmula de conveniencia por cesión de privacidad. Veremos.”